Hablamos con nuestros hijos de una manera, con nuestros amigos del trabajo de otra manera, con nuestros amantes de otra y con la señora del negocio de la esquina de otra manera también.
Al hacer estos cambios, ejercitamos nuestra comprensión de los mundos desde los cuales las personas nos escuchan y, al mismo tiempo, proyectamos hacia afuera nuestra propia visión del mundo en el cual nos gustaría que esta conversación tuviera lugar.
Si lo piensas bien, este es un enorme y complejo talento que el género humano continúa a ejercitar, ensayar y perfeccionar a lo largo de su vida.Brian Eno