El problema que tendrás que enfrentar como artista es cuánto estás dispuesto a alterar tu arte, si es necesario, para permanecer dentro de los límites del circuito.
La primera vez que sales al mercado, no hay problema. Creas algo. A la gente le gusta o no y realmente no importa de qué lado caiga el dado, lo importante es que ya saliste de la cueva y eres reconocido como artista.
El problema viene cuando finalmente logras hacer una obra de arte que le gusta a mucha gente; el día en que consigues el “éxito”. Lo quieras o no, te habrás convertido en una marca. En una identidad. Vence dos veces en la misma categoría y virtualmente la tendrás tatuada en tu frente.
La superestructura del marketing que automáticamente rodea tu éxito comercial, te presionará para que no hagas nada nuevo.Connor Freff Cochran