El fracaso, para algunas personas, es una capacidad vital de supervivencia.
Trabajar a un nivel artístico en donde existe la posibilidad de cambiar el mundo, significa también correr el riesgo de que la obra te cambie a ti.
Todos conocemos personas que tienen toneladas de voluntad, talento y estabilidad, gente cuyas ideas encajan perfectamente en el borde superior de la curva de demanda del público masivo, pero que simplemente no son exitosas.Trabajan duro y tienen buenas intenciones, pero las cosas nunca terminan de encajar para ellos, ¿entiendes?
Apuesto a que ya habían firmado un contrato para fracasar.
Con respecto a si la fama es poder y si el poder corrompe, no es así.
El poder, per se, no es ni positivo ni negativo. Muchísimas personas famosas son unos verdaderos buenos tipos... pero, o siempre lo fueron o hicieron tantos desastres en el camino que se vieron obligados a sentar cabeza.
Un estúpido con dinero, después de todo, sigue siendo un estúpido.Connor Freff Cochran
La fama incrementa algunas de tus posibilidades en este mundo. Pero limita otras.
Las celebridades pueden parecer interesantes, pero estar bajo los reflectores todo el tiempo hace que no puedas ver lo que sucede a tu alrededor.
¿Era gracioso el cuento que acabas de contar? ¿Tu novia te ama o ama el saldo de tu cuenta bancaria? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste la compra sin estar siendo observado?Connor Freff Cochran
El problema que tendrás que enfrentar como artista es cuánto estás dispuesto a alterar tu arte, si es necesario, para permanecer dentro de los límites del circuito.
La primera vez que sales al mercado, no hay problema. Creas algo. A la gente le gusta o no y realmente no importa de qué lado caiga el dado, lo importante es que ya saliste de la cueva y eres reconocido como artista.
El problema viene cuando finalmente logras hacer una obra de arte que le gusta a mucha gente; el día en que consigues el “éxito”. Lo quieras o no, te habrás convertido en una marca. En una identidad. Vence dos veces en la misma categoría y virtualmente la tendrás tatuada en tu frente.
La superestructura del marketing que automáticamente rodea tu éxito comercial, te presionará para que no hagas nada nuevo.Connor Freff Cochran